Una de las recetas que más hago en casa es el Tiramisú. Es muy fácil de hacer y siempre queda bien, difícilmente se puede fallar con este postre tan delicioso y típico. Como bien se sabe, el tiramisú es un dulce procedente de Italia, y tal vez el más famoso, que puede hacerse de muchas formas diferentes pero las bases son siempre las mismas. En esta entrada os diré como hacer un tiramisú que triunfará entre todos aquellos que lo prueben además de alguna variante del mismo.
Empezamos.
Ingredientes:
- 500g de mascarpone (yo cojo siempre del Lidl).
- Café recién hecho.
- 3-4 huevos (depende de cómo de consistente queréis que quede la masa).
- 120g de azúcar normal.
- Chocolate en polvo (también uso Neskuik, que también queda bien y siempre hay en casa).
- Bizcochos de soletilla.
- Antes de empezar, hacemos el café. Es mejor que sea lo primero para que cuando metamos los bizcochos no nos quememos los dedos, aunque tampoco importa que se haga más tarde. Lo importante es que sea reciente.
- Separamos las claras de las yemas. Colocamos las yemas en un bol grande y las claras en otro. Montamos las claras y dejamos reposar.
- Echamos el azúcar con las yemas y batimos hasta que esté todo homogéneo.
- Cogemos el mascarpone y lo ponemos todo con la masa de yemas y azúcar. Mezclamos hasta que esté bien incorporado.
- Una vez que este todo homogéneo, añadimos las claras montadas y, haciendo movimientos envolventes, las vamos incorporando a la masa poco a poco. Esto hará que la crema tenga una textura exponjosa y no tan densa.
- Elegimos el recipiento donde presentaremos el tiramisú. Yo dependiendo de las cantidades que use, selecciono una fuente grande o vasos para cada persona que vaya a comerlo.
- En un plato ondo, echamos café y vamos mojando los bizcochos uno a uno hasta cubrir toda la superficie de la fuente.
- Cogemos la masa de la crema y vamos esparciendo por la fuente hasta que los bizcochos estén completamente ocultos. En un colador, ponemos un poco de chocolate en polvo (la cantidad depende de cada uno) y lo vamos pasado por toda la superficie hasta que esté todo cubierto de chocolate.
- Repetimos los pasos 7 y 8 para obtener una segunda capa. A mi me gusta echar el doble de chocolate al final, ya que me gusta que predomine el sabor dulce de la masa y el chocolate ante el café.
Alguna vez que no he encontrado los bizcochos de soletilla usé sobaos. Son más anchos por lo que ocupan más, y mucho más grasientos. Aún así, el tiramisú quedó muy bien ya que estaba mucho más dulce de lo habitual y a mi cuanto más dulce mejor.
Otra variante que puede hacerse es sustituir los bizcochos de soletilla por alguna fruta. En mi caso, utilicé frambuesas congeladas, que las descongelé en el micro un poco y quedaba como una masa roja ya que estaban casi deshechas. El proceso sería exactamente igual. La acidez de las frambuesas da un toque diferente al tiramisú y puedo decir que está igual de bueno.
Ahora que tenéis la receta, ya no hay excusa para no hacerlo. Os aseguro que este tiramisú será el mejor que hayáis probado en cualquier restaurante.
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